Vincent Van Gogh_La Administración de Lotería, 1882
Por la noche, está usted en el teatro, piensa en
sus cosas, en el bolígrafo que perdió ese día, en el cheque que habrá de firmar
mañana; no es usted un espectador en el que poder confiar; pero de sus
emociones se hará cargo un acertado recurso escénico. El Coro se encargará: él
hará el comentario emocional.[…] Lo que el Coro diga es lo que conviene decir,
¡despistado!; y lo dice con aplomo, hasta con más humanidad.
Despreocúpese, pues –incluso si no siente nada,
el Coro habrá sentido por usted. Además, ¿por qué no pensar que, en definitiva,
en pequeñas dosis, usted podrá acabar sintiendo el efecto, aunque casi se le
haya escapado esa emoción.
a propósito de la tragedia griega
Seminario
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