Salvador Rosa_Grotto with Cascades
Narváez en persona se puso al frente del Gobierno desde mayo de 1844 e inició una revisión constitucional que llevaría en realidad a un cambio de Constitución. Muy en su estilo, los moderados no quisieron proceder revolucionariamente: las Cortes no fueron convocadas como constituyentes ni fue su propósito derogar una Constitución con objeto de sustituirla por otra: reforma sustituyó a revolución como núcleo del lenguaje moderado. Reformar, claro está, de manera que saliera reforzada la corona en su relación con la nación, el ejecutivo en la suya con el legislativo, la administración en sus tratos con la política, el gobierno central frente a los poderes locales, la religión católica en su relación con el Estado. Más corona, más ejecutivo, más centralismo, más administración, más religión: menos nación, menos Cortes, menos autonomía local, menos política de partido: ése fue el empeño moderado.
MATAR LA REVOLUCIÓN, CONSTRUIR EL ESTADO:
LA ÉPOCA MODERADA (1844-1868)
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