
Érase una guerra, al parecer tenida en poco, y liviana dentro en casa; mas fuera estimada y de gran coyuntura, que en cuanto duró tuvo atentos, y no sin
esperanza, los ánimos de príncipes amigos y enemigos, lejos y cerca; primero
cubierta y sobresanada, y al fin descubierta, parte con el miedo y la industria, y parte criada con el arte y la ambición.
Guerra de Granada
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