Bartolomé Esteban Murillo_Niños comiendo uvas y melón, 1645-46, óleo sobre lienzo. Alte Pinakothek, Munich
Schopenhauer ...
señala que cuando uno llega a una edad avanzada y evoca su vida, ésta parece
haber tenido un orden y un plan, como si la hubiera compuesto un novelista.
Acontecimientos que en su momento parecían accidentales e irrelevantes se
manifiestan como factores indispensables en la composición de una trama
coherente. ¿Quién compuso esa trama? Schopenhauer sugiere que, así como
nuestros sueños incluyen un aspecto de nosotros mismos que nuestra conciencia desconoce,
nuestra vida entera está compuesta por la voluntad que hay dentro de nosotros.
Y así como personas a quienes aparentemente sólo conocimos por casualidad se
convirtieron en agentes decisivos en la estructuración de nuestra vida, también
nosotros hemos servido inadvertidamente como agentes, dando sentido a vidas
ajenas. La totalidad de estos elementos se une como una gran sinfonía, y todo estructura
inconscientemente todo lo demás ... el grandioso sueño de un solo soñador donde
todos los personajes del sueño también sueñan ... Todo guarda una relación
mutua con todo lo demás, así que no podemos culpar a nadie por nada. Es como si
hubiera una intención única detrás de todo ello, la cual siempre cobra un
cierto sentido, aunque ninguno de nosotros sabe cuál es, o si ha vivido la vida
que se proponía.
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