Edvard Munch_Pareja en la orilla, 1906_07
El Terrón y el Guijarro
"El amor no anhela complacerse a sí
mismo
ni por sí mismo se inquieta,
en cambio al otro da sosiego,
y construye un Cielo en la desolación
del Infierno."
Así cantaba un diminuto Terrón
de Arcilla
pisoteado por las patas del ganado,
pero un Guijarro del cañadón
murmuró estos versos apropiados:
"El amor sólo busca darse el gusto,
y encadenar al otro a su deleite,
se regocija con el desconsuelo ajeno,
y construye un Infierno a expensas
del Cielo."
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