Dedico este blog al Eterno Señor siempre físicamente manifestado,
sea cual fuere el lugar de esta tierra donde ahora se encuentre.

domingo, octubre 23, 2011

Umberto Eco_El Nombre de la Rosa

Carlos de Haes_Los Picos de Europa; el canal Mancorbo, 1876

Tenía miedo del segundo libro de Aristóteles, porque tal vez éste enseñase realmente a deformar el rostro de toda verdad, para que no nos convirtiésemos en esclavos de nuestros fantasmas.
Quizá la tarea del que ama a los hombres consiste en lograr que éstos rían de la verdad, lograr que la verdad ría, porque la única verdad consiste en liberarnos de la insana pasión por la verdad.




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