Santiago Rusiñol Prats_Jardín de Aranjuez, 1908
Te sigo queriendo, como el primer día,
Con esta alegría con que voy viviendo,
Más que en el relevo de las cosas idas,
En la expectativa de los logros nuevos.
Como el primer día de un sentir primero,
Como el alfarero de mi fantasía,
Con la algarabía de un tamborilero
Y el gemir austero de una letanía.
Como el primer día te sigo queriendo.
Te sigo queriendo, valga la osadía,
Con la garantía de mis pobres sueños;
Es decir, empeños, porque todavía
Vive el alma mía de seguir creyendo.
Como el primer día, como el primer beso
Y el primer exceso de melancolía...
Como la afolía del primer intento,
Como el argumento de una profecía,
Como el primer día te sigo queriendo.
Te sigo queriendo, si no lo diría
Sé que no podría con mis sentimientos,
Lo que llevo adentro se convertiría,
En una jauría de remordimientos.
Como el primer día, eres el velero,
La estrella y el viento de mi travesía...
Mi filosofía, mi apasionamiento,
Mi mejor acento, mi soberanía.
Como el primer día te sigo queriendo
Gracias Lucas
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