Hockney
Una nación saludable está inconsciente de su nacionalidad como lo está un hombre sano de sus huesos.
Pero si rompéis la nacionalidad de una nación ésta no pensará
en otra cosa que en recomponerla.
No prestará oídos a ningún reformador, a ningún filósofo,
No prestará oídos a ningún reformador, a ningún filósofo,
a ningún predicador, hasta que le otorguen su exigencia
de nacionalidad. No atenderá a ningún negocio humano por vital
que sea, más que al de su unificación y liberación
que sea, más que al de su unificación y liberación
No hay comentarios:
Publicar un comentario