Como en todas las zonas selváticas de Europa no dominadas por la ideología del semitismo, en el país vasco existía un culto donde la mujer era sacerdotisa: la Sorguiña. En las religiones africanas nacidas en el desierto, el hombre es el único oficiante, el profeta, el salvador, el mesías, el mahdi. La mujer está relegada al harén, la mujer es un vaso de impurezas, la mujer es un peligro; en cambio, en las regiones de las selvas europeas, la mujer triunfa; es médica, agorera, iluminada; se sienta sobre el sagrado trípode, habla en nombre de la divinidad y se exalta hasta la profecía.
La Secta de las "Sorguiñas"
PIO BAROJA
La Secta de las "Sorguiñas"
PIO BAROJA
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