"Tú eres la bestia más noble que pisa la tierra. Mereces vivir en una felicidad apacible,
y tu felicidad sería completa en efecto si no existiera el pérfido ciervo.
Desde su juventud se ha ejercitado en superarte mediante la rapidez de sus pies.
Su paso más rápido le permite alcanzar las fuentes de agua antes que tú.
Él y su tribu beben el agua de todas partes, mientras que tú y tus potrillos sufren sed.
Quédate en casa. Mi sabiduría y mis enseñanzas te librarán a ti y a tu especie de tan triste e ignominioso estado".
Enceguecido por la envidia y el odio al ciervo, el caballo aceptó el trato.
Se entregó al freno del joven pastor, perdió su libertad y se convirtió en esclavo de este último.
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