El 3 de agosto de 1999, dos jóvenes guineanos de 14 y 15
años que intentaban entrar en Bélgica aparecieron muertos
de frío en el tren de aterrizaje de un avión de la Sabena
procedente de África.
He aquí el final de la carta conmovedora que estos dos
niños llevaban consigo:
"Por tanto, si ven que nos sacrificamos y que exponemos
nuestra vida es porque en África todos sufrimos y que les
necesitamos para luchar contra la pobreza y poner fin a la
guerra en África. Sin embargo, nosotros queremos estudiar
y les pedimos que nos ayuden para ser como ustedes
en África.
Por último, les rogamos que nos perdonen mucho, pero mucho,
porque nos hemos atrevido a escribir esta carta a ustedes,
personajes importantes a quienes debemos mucho respeto.
Y no olviden que es a ustedes a quienes debemos quejarnos
por la debilidad de nuestra fuerza en África."
Escrita por dos niños de guinea: Yaguine Koita
y Fodé Tounkara
Oficina Europea de las Naciones Unidas
E/CN.4/2000/52, Ginebra, 2000
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